¿Qué y quién es lo suficientemente nuevo para representar a nuestro tiempo?
Tal vez solo si nos vemos a nosotros mismos y nuestro entorno cotidiano se alcance aunque sea metafóricamente a hablar sobre lo nuevo.
Y es que si somos sinceros, si vemos a nuestro lado a una persona hablando desde su i-phone en video llamada podríamos argumentar que el teléfono se inventó en 1871 por Meucci y que de igual manera el video ya tiene unos cuantos años en el mundo. Es decir, parece que lo nuevo es una consecución del desarrollo de lo ya existente y que difícilmente se puede encontrar algo que rompa totalmente con lo que ya hemos visto.
Aún así, lo nuevo es una aspiración bastante vieja que el hombre postmoderno todavía tiene, ya sea por una necesidad de consumo o un deseo de diferenciación cultural de la igualdad con la masa. Tal vez por ello el movimiento Dadá al ser de gran ruptura, nos sigue seduciendo, y es que pareciera como si el futuro ya no prometiese nada fundamentalmente nuevo y nos encontráramos en una repetición sin fin del pasado, de hecho podríamos decir que aún en hoy a punto de inaugurar el 2011 no nos podemos desembarazar de lo retro.
Lo más sano sería desmitificar a lo nuevo y señalar que no es un índice de la libertad, la verdad, la esencia, el sentido, la belleza, etc., si no mejor dicho, lo nuevo es la trasmutación de algo ya visto y tal vez hasta cotidiano, en otra cosa, es como un ready made real o simulado, pero es de esta transmutación cultural que surge como algo singular valioso.
Ahora bien, además del ámbito cultural de lo nuevo, también debe reconocerse su lado económico como un proceso mediante el cual la exigencia de lo nuevo pertenece a una obligación económica que determina la vida entera de las sociedades. No sobra decir esto en una sociedad de consumo que megavaloriza lo nuevo hasta convertirlo en fetiche (!)
Por otro lado, parece que hoy por hoy lo nuevo enaltece lo banal, ya no es lo nuevo algo que implica una oposición radical contra lo establecido, a veces tomando extremos políticos, no es mera coincidencia que muchas veces los inventores estuviesen atrás de rejas reales o simbólicas.
Al parecer esta sequía actual de lo nuevo crea cierto vacío que a su vez crea un deseo y expectativa que se le trata de llenar con lo diferente, con la importancia de lo otro, lo lejano que no se conocía a profundidad, presentándose como una nueva posibilidad de habitar desde lo culturalmente valioso de la otredad. Esto es ya utilizado como estrategia desde el mercado y se le puede observar en la Putumayo-culture, y es que en el fenómeno musical se pueden encontrar desde hace ya algunos años las fusiones más irreverentes como el metal con música tradicional hebrea, hip-hop con son jarocho, mozart con electro, en fin, todo lo que se les ocurra.
Por otro lado, al contrario de lo que dice Joseph Groys, me parece que hoy, de la conservación de lo realmente valioso entendido como las nuevas producciones de ideas; se ocupan sistemas técnicos, ideológicamente NO NEUTROS (!). Es decir, me parece que la idea del autor de “un solo sistema neutro” (pág 56) validando los productos culturales que se transmitirán al futuro como un centro, es arcaica. Por el contrario, me parece que el sistema mundo al ser hoy multi-polar crea diferentes filtros para seleccionar que se transmitirá hacia el futuro, de tal manera que China creará cosas diferentes a las de la India o África, claro que sin excluir que podrán existir puntos en común, pero sin olvidar que las lógicas del poder filtran la mayoría de las decisiones de consumo y producción.
A manera de conclusión señalaré que:
- Lo nuevo sabe que si asegura estar en el futuro formará parte de los archivos del pasado en algún momento!.
- Lo más nuevo hoy parece ser, como ya se venía observando anteriormente en la historia moderna, lo más trivial.
- Ante el vacío de lo nuevo surge la importancia de la otredad.
- Para alcanzar el status de valor de NUEVO se deben crear cosas:
· que sean valiosas, osea que se les consideren suficientemente interesantes para conservarlas, investigarlas, comentarlas y criticarlas.
· que sean nuevas en relación a los archivos de la cultura.
· que se les integre en la memoria cultural.
Lo nuevo es en el fondo la consumación de una comparación de algo con algo, una comparación que hasta ese momento no había tenido lugar, por que a nadie se le había ocurrido. Joseph Groys.